miércoles, 10 de septiembre de 2008

PRESENCIA DE DIOS


Qué felicidad se siente cuando se vive en intimidad con Dios; cuando se hace de la propia vida una efusión cordial, un trueque de amor; cuando se sabe descubrir al divino Mastro en el fondo del alma. Entonces, nunca se está sola y se necesita la soledad para gozar de la presencia de este Huésped adorado...


4 comentarios:

maria jesus dijo...

Hermana la he conocido a través del blog de Luisa y me apunto en la lista, para que rece por mí y sobre todo pòr mis hijos, que tengo nueve. Me ha gustado mucho su blog y con su permiso lo añado a mis favoritos. Un abrazo y cuente conmigo

Myriam dijo...

y cuente conmigo también hermana y rece por mí un poco cuando se acuerde.

Gracias.

Anónimo dijo...

La verdad es que esa es la mayor gracia que podemos obtener: la experiencia de la presencia de Dios en nuestra vida, en el día a día… Y cuando nuestra vida se convierte en una convivencia intima con él, nada nos puede fallar… nada podemos hacer en vano, pues él dirige nuestros pasos.

Muchas gracias por su visita a mi blog, añado el suyo a mis enlaces y así le seguiré visitando.

¡Que Dios le colme de bendiciones!

Anónimo dijo...

Es cierto no hay felicidad mas grande que la de encontrar al dulce huésped en nuestra alma, y vivir arraigadas a ese amor... con Él adentro, qué puede faltarnos!

"Dios en mi, y yo en Él, He ahí mi vida"...

Gracias hermanita, amiga, compañera de camino, alma gemela por todo!
Te quiere, tu pequeña amiga.

muy lindo el "TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA" de la entrada anterior. me ha hecho pensar...