Debemos afirmar con fuerza que también hoy es necesario el testimonio de la Vida Consagrada,para que el hombre no olvide nunca,que su dimensión verdadera es Eterna.No podemos ocultar que,en algunas regiones,está disminuyendo el número de quienes aceptan el consagrarse a Cristo.
Invito,por lo tanto, a los hermanos en el Episcopado,a los sacerdotes,a los catequistas, a los padres a promover y proponer a los jóvenes tan alto y noble ideal.
Me dirijo a los Jóvenes de Hoy,y les digo "Dejaos seducir por el Eterno"repitiendo la palabra del antiguo profeta:"Me has seducido Señor..me has agarrado y me has podido"(Jr 20,7)
Dejaos Fascinar por Cristo,el infinito aparecido en medio de vosotros de forma visible e imitable.Dejaos atraer por su ejemplo.
Enamoraos de Jesuscristo,para vivir su misma Vida, de manera que nuestro mundo pueda tener Vida en la Luz del Evangelio.
(Juan Pablo II)
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