jueves, 28 de mayo de 2009

San Juan de la Cruz



Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres,
rompe la tela de este dulce encuentro.
¡ Oh cauterio suave !
¡ Oh regalada llaga !
¡ Oh mano blanda !
¡ Oh toque delicado !,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga ;
matando, muerte en vida la has trocado.
! Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores calor y luz
dan junto a su querido !
! Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras !

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