miércoles, 4 de marzo de 2009

OS DOY UN MANDAMIENTO NUEVO

"Y les dijo, con inefable ternura: os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros, que os améis unos a otros igual que yo os he amado. La señal por la que conocerán todos que sois discipulos míos, será que os amáis unos a otros.¿ Y cómo amó Jesús a sus díscipulos, y por qué los amó? No, no eran sus cualidades naturales las que podían atraerle. Entre ellos y él la distancia era infinita.
El era la Ciencia, la Sabiduria eterna; ellos eran unos pobres pescadores, ignorantes y llenos de pensamientos terrenos. Sin embargo, Jesús los llama amigos, sus hermanos. Quiere verles reinar con él en el reino de su Padre, y para abrirles las puertas de ese Reino, quiere morir en una cruz, pues dijo:
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Meditando estas palabras de Jesús comprendí lo imperfecto que era el amor a mis hermanas y vi que no las amaba como las ama Dios.
Sí, ahora comprendo que la caridad perfecta consiste en soportar los defectos de los demás, en no extrañarse de sus debilidades, en edificarse de los más pequeños actos de virtud que les veamos practicar. Peros, sobre todo, comprendí que la caridad no debe quedarse encerrada en el fondo del corazón.Cuando el Señor mandó a su pueblo amar al prójimo como a sí mismo, todavía no había venido a la tierra: por eso, sabiendo bien hasta que grado se ama uno a sí mismo , no podía pedir a sus criaturas un amor mayor al prójimo. Pero cuando Jesús dio a sus apóstoles un mundamiento nuevo - su mandamiento, como lo llama más adelante-, ya no habla de amar al prójimo como a uno mismo, sino de amarle como él, Jesús, le amó u como le amará hasta la consumación de los siglos.
Yo sé, Señor, que tú no mandas nada imposible. Tú conoces mejor que yo mi debilidad, mi imperfección. Tú sabes bien que yo nunca podría amar a mis hermanas como Tú las amas, si tú mismo, Jesús mío, no las amaras también en mí. Y poorque querías concederme esta gracia, por eso diste un mandamiento nuevo...¡ Y cómo amo este mandamiento, pues me da la certeza de que tu voluntad es amar tú en mí a todos los que me mandas amar..

!Sí, lo sé: cuando soy caritativa, es únicamente Jesús quien actúa en mí. Cuanto más unida estoy a él, más amo a todas mis hermanas...

"Teresa de Lisieux, manuscristo C, Historia de un alma

2 comentarios:

eligelavida dijo...

Qué texto más precioso. Hay gente que cree que un católico es un cumplidor de preceptos, y nada más lejos de ello. Ya nos lo dice el Señor: “En ESTO verán que sois mis discípulos, en que os amáis los unos a los otros como Yo os he amado.”

Carmelita Descalza dijo...

GRacias si es un mandamiento que nos invita a ser verdaderos seguidores de Cristo.
gracias por tu comentario.
hna yajaire