Tomar "La Propia Vida en las Manos"
No hay duda de que al menos una vez,vosotras jóvenes católicos,os habéis cruzado con la mirada de Jesús.
Jesús mira con amor a todo hombre.El evangelio lo confirma a cada paso.Se puede decir también que esta mirada amorosa de Cristo está contenida toda la buena nueva.
Esta mirada ha sucitado en vosotros"las aspiración a algo más"por medio de la cual el joven se ha formulado:¿que debo hacer,Señor?¿qué quieres de mí? ¿cuál es tu voluntad?"Yo deseo cumplirla.
He aquí amigos,de donde nace,para cada uno,el camino de la respectiva vocación de vida.
Aplicarse descubrirla concretamente,constantemente lo decía ya a los jóvenes del mundo es un "trabajo apasionante",un compromiso interior entusiasmadamente"
No dejaros aplanar por la medicridad,No acostumbraros a los deseos mundanos, a no querer vivir sólo a medias,con aspiraciones reducidas o peor aún,atrofiadas.
Jóvenes no "os dejes vivir",sino tomad en vustras manos vuestra vida y decidid hacer de ella una auténtica y personal obra maestra.
No se puede dar encuentro con la mirada amorosa de Jesús,sin que la vida,dentro y fuera,no quede afectada por ella.
La prueba de que habéis cruzado con la mirada del Maestro es precisamente vuestro modo de vivir,el orden de vuestras opciones,las consecuencias que de ellas derivan,en una palabra:vuestro comportamiento de criaturas nuevas
Os suplico que nos os dejéis llevar del abatamiento.
Que sea la oración vustra arma secreta y poderosa.Por ella adquirís el relaismo cristiano,que es indispensable para llegar a ser maduros"
(Beato Juan Pablo II)
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